Después de algún tiempo aprendí la diferencia entre dar la mano y socorrer a un alma. Y aprendí que amar no significa apoyarse, y que compañía no siempre significa la seguridad de tener a alguien. Comencé a aprender que los besos no son contratos, ni regalos, ni promesas. Comencé a aceptar mis derrotas con la cabeza erguida, la mirada al frente, con la gracia de una adulta y no con la tristeza de una niña. Y aprenderé a construir todos mis caminos, porque el terreno del mañana es incierto para los proyectos, y el futuro, tiene la costumbre de caer en el vacío. Después de un tiempo aprenderé que el sol quema, si me expongo demasiado. Aceptaré que incluso las personas buenas pueden herirme alguna vez y necesitaré perdonar a algunas. Aprenderé que hablar puede aliviar los dolores del alma. Descubriré que lleva años descubrir la confianza y apenas unos segundos destruirla. También aré cosas de las que me arrepentiré el resto de mi vida. Aprenderé que las verdaderas amistades continúan creciendo a pesar de las distancias. Y que no importa que lo que tengo, sino a quien tengo en la vida. Y que los buenos amigos son la familia que nos permitimos elegir. Aprenderé a que no tengo que cambiar amigos, si estoy dispuesta a aceptar que los amigos cambian. Me daré cuenta que puedo pasar buenos momentos con mis mejores amigos haciendo cualquier cosa o simplemente nada, solo por el placer de disfrutar su compañía. Descubriré que muchas veces tomaré a la ligera a las personas que más me importan y por eso siempre deberé decir a esas personas que las amo, porque nunca estaré segura de cuando será la última vez que nos veamos. Aprenderé que las circunstancias y el ambiente que me rodea tiene influencia sobre mi, pero yo soy la única responsable de lo que hago. Comenzaré a aprender que no me debo comparar con lo demás, salvo cuando quiera imitarlos para mejorar. Descubriré que se lleva mucho tiempo para llegar a ser la persona que quiero ser, y que el tiempo es corto. Aprenderé que no importa a donde llegué, sino a donde me dirijo y si no lo sé cualquier lugar sirve. Aprenderé que si no controlo mis actos, ellos me van a controlar y ser flexible no significa ser débil, fácil o no ter personalidad, porqe uno importa cuan delicada y frágil sea una situación: siempre existen dos lados. Aprenderé que héroes son las personas que hicieron lo necesario, enfrentando las consecuencias. Aprenderé que la apariencia requiere mucha práctica. Descubriré que algunas veces, la persona que esperaba que me patee cuando me caigo, tal vez sea una de las pocas que me ayuden a levantarme. Madurar tiene más que ver con lo que he aprendido de las experiencias, que con los años vividos. Aprenderé que nunca se debe decir a un niño o niña que sus sueños son tonterías, porque pocas cosas son tan humillantes y sería una tragedia si lo creyese porque le estaría quitando la esperanza. Aprenderé que cuando siento rabia, tengo derecho a tenerla, pero eso no me da el derecho de ser cruel. Descubriré que solo porque alguien no me ama de la forma que quiero no significa que no me ame con todo lo que puede, porque hay personas que me aman, pero no saben demostrarlo. No siempre es suficiente ser perdonada por alguien, algunas veces tendré que aprender a perdonarme a mi misma. Aprenderé que con la misma severidad con que juzgo, también seré juzgada y en algún momento 'condenada'. Aprenderé que no importan en cuantos pedazos mi corazón se partió, el mundo no se detiene para que yo lo arregle. Aprenderé que el tiempo no es algo que se pueda volver hacia atrás, por lo tanto debo cultivar mi propio jardín y decorar mi alma, en vez de esperar que alguien traiga flores. Entonces y solo entonces sabré realmente lo que puedo soportar, que soy soy fuerte y puedo ir mucho más lejos de lo que pensaba, cuando creía que no se podía más.
Es que realmente la vida vale cuando tengo el valor de ENFRENTARLA.
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