Seguidores

lunes, 1 de agosto de 2011

Decidir y aprender:

Al final, de lo que se trata la vida es de DECIDIR, decidir y por sobre todo de APRENDER.
Decidir quien soy, quien seré, quieres quiero que me rodeen, de quien me quiero alejar. Decidir con quien pasar un rato. Decidir con quien pasar los ratos más gratos y los más desagradables. Decidir con quien pasar el resto de mi vida. Decidir que pase lo que tanto ansío. Pero lo más difícil es decidir en el momento justo, sin luego arrepentirme de mi elección, decidir que hacer, con quien estar. Porque al fin y al cabo la vida es una toma de decisiones constantes, no se para de decidir ni un segundo. Si decido ir allá o quedarme acá, si decido hablar o ignorar, si decido escuchar o interponer mi voz, si decido brindar mi amistad, o fallar, si decido dar todo de mi o guardarme una parte. Constantemente estoy decidiendo y todas esas decisiones son bajo mi responsabilidad, y aunque muchas veces no me haga cargo se que yo lo elegí. Aprender también es algo muy complicado, porque no solo debo aprender de mi misma, sino que también tengo que aprender del otro, aprender que en la vida todo puede pasar, que yodo llega y que todo se va, que yodo cambia y puede ser para mejor o para peor. Aprender casi siempre de lo malo hay algo bueno, aprender a que no soy la única persona en el mundo, que siempre hay alguien peor o mejor que yo. Aprender que hay amigos, que hay falsos, que hay gente y que hay personas y por sobre todo debo aprender a tratar como se merece a cada uno de ellos. Tengo que aprender a no ser rencorosa, celosa, caprichosa, posesiva, orgullosa. Aprender a enfrentar cada día como si fuera el último día. Aprender del arrepentimiento y de las concecuencias que lleva eso. Aprender a perdonar y a pedir perdón, ya que a veces las personas que más quiero son las que me lastiman.

No hay comentarios:

Publicar un comentario